Tip 1: la más fácil, si no sabés escribir, decílo. El google docs, por ejemplo, tiene la posibilidad del “dictado por voz” en la pestaña de herramientas. Es decir que va escribiendo cada cosa que decimos. Por supuesto, la forma hablada es diferente a la escrita, pero es mucho más fácil corregir sobre lo que ya está en forma de letras y te evitas el terror al papel en blanco. ¿Pero qué digo?
Fácil: vas a responder estas preguntas:
¿Qué quiero hacer? (propuesta)
¿Por qué lo quiero hacer? (fundamentación)
¿Qué resultado espero? (objetivos)
¿Cómo voy a hacerlo? (actividades y tareas)
¿Qué necesito? (materiales)
¿Cuánto cuesta hacerlo y cómo voy a costearlo? (financiamiento)
¿Cuándo voy a hacerlo? (cronograma)
Cuando hago sesiones 1 a 1 para completar cualquier tipo de formulario, hacer una carta o lo que sea, hago estas preguntas. Sencillamente me las responden y voy escribiendo a medida que me lo dicen. Resolvemos esto en un periquete y me miran extasiados como si hiciera magia: “lo que pasa es que yo no sé escribir” es lo que sigue.
Es lo mismo que hacerlo con el dictado de voz, con la única diferencia que ver a alguien, de carne y hueso, tecleando les genera confianza. No hago magia, escribo rápido nomás.
Tip 2: ¿Por qué pensarse solo en lugar de pensarse en equipo? Si hay alguien con facilidad de palabras en tu entorno, sumalo. Este puede ser el escriba oficial o bien puede ser el editor, el corrector de un boceto. Yo soy muy buena en bocetos, en escritura rápida de ideas, pero busco un corrector externo en cosas importantes, que mire el detalle, arregle, cambie, proponga otras formas de decir lo mismo. Esto es lo que sugiero si realmente tu pánico a la escritura es atroz: conseguite un aliado.
Tip 3: usá la inteligencia artificial. Eso también te quitará el pánico al papel en blanco. Puede que no te dé la respuesta, pero te brindará ideas que después podes acomodar a gusto.
¿Cuál es tu frase favorita para no escribir?
Pd: se viene el curso de cómo escribir tu proyecto paso a paso sin morir de miedo en el intento.
