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¿Tirarse en el piso en la biblioteca?

¿Tirarse en el piso en la biblioteca?

Muchas cosas pasan dentro de una biblioteca. Como personas que somos y nos vinculamos, las salas permiten transformarse en algo más que un Toma y daca de libros, como cree la mayoría. Pero, ¿Qué diablos hace la gente ahí adentro? 

Muchas cosas pasan dentro de una biblioteca. Como personas que somos y nos vinculamos, las salas permiten transformarse en algo más que un Toma y daca de libros, como cree la mayoría. Pero, ¿Qué diablos hace la gente ahí adentro? 

Le preguntamos a los colegas y aquí van algunas respuestas más. 

 

  1. Tirarse en los almohadones y sillones

Claro que hay salas de lectura con puff y alfombras y estás sin zapatos. Uno creería que sólo para niños pero, error, también existen en las salas para adultos. 

A veces, hay espacios en los que los usuarios tienen muchas horas entre cosa y cosa y estas salas son de esparcimiento. Hay tablets para seguir tus series favoritas, o leer e-books y enchufes para que puedas jugar con tu teléfono como si estuvieras en tu casa. 

 

  1. Sugerir libros

los usuarios super recontra lectores sugieren libros a los bibliotecarios y a los otros visitantes. Les encanta venir a compartir sus lecturas impresiones e historias  como quien comparte en una cena la nueva película que vió. Las sugerencias de estas personas se anotan en algo llamado Desiderata y es en lo que nos basamos para hacer nuevas compras. Si logramos que estas personas lo hagan en video puede ser un gran contenido de nuestras cuentas de redes. 

 

  1. Retirar libros

Si, claro, lo obvio. Vienen a retirar lo que necesitan pero no sólo eso, la gracia de acudir a una biblioteca está en que ibas con una idea y te terminás llevando cosas que no tenías en mente. Puede ser porque lo ves y te tentás, o porque te lo sugieren en base a tus gustos o lo que estás necesitando. 

 

  1. Visitar a tu bibliotecario amigo

Cuando se crea un vínculo de amistad con el bibliotecario a veces pasan sólo a visitar, a saludar, a celebrar. Si hicieron una torta que quedó buena, pasan a dejarte un pedacito. Si nació un nieto vienen a celebrarlo con el bibliotecario, a contárselo como a un amigo. En instituciones grandes pasan a saludar todos los días, como un paso obligado, como un compañero de trabajo cotidiano. 

En lo personal tengo grandísimos amigos desde hace más de dos décadas que conocí detrás del mostrador y cuya relación siguió mucho después de haber dejado de trabajar en ese lugar. 

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Muchas cosas pasan dentro de una biblioteca. Como personas que somos y nos vinculamos, las salas permiten transformarse en algo más que un Toma y daca de libros, como cree la mayoría. Pero, ¿Qué diablos hace la gente ahí adentro? 

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