La tecnología me regala hermosas experiencias. Las pantallas me ofrecen estar en la camuchi, calentita, teléfono en mano. El algoritmo se encarga de conectarme con 4000 desconocidos que opinan lo mismo que yo, que ven el mundo igual y les interesa lo mismo; tengo el poder de conquistar con una foto vieja donde la cantidad de likes me dicen que soy atractiva mientras en realidad estoy en patumedias; puedo pedir comida de la que me gusta a toda hora; pago con una billetera virtual (que son números que veo, pero no toco ni un papel). Todo sin esfuerzo de mi parte.
Tener experiencias humanas es absolutamente incómodo. Tengo que salir de mi cama, soportar el frío, sacarme las pantuflas, ir a un lugar en el que me voy a encontrar con alguien que piensa distinto por lo que voy a tener que argumentar, o escuchar lo que no me gusta; me enfrento a un otro ser real al que seducir, puede que no me salga y frustrarme, darme cuenta que no soy ni tan linda sin filtros, ni tan graciosa, ni tan inteligente como me creo en las redes; tengo que decodificar un halago y recibirlo que no es tan claro como un emoji de fueguitos; capaz son todos veganos y deteste los garbanzos, me obligue a probar otros gustos; o tenga que cargar la sube en dinero efectivo. Definitivamente es muy poco tentador.
¿Qué estamos esperando para pensar estrategias de conexión humana?
Y aquí viene la magia, teniendo en cuenta esto, podemos pensar:
1- Lugares cómodos (calentitos y fresquitos, con enchufes, espacio matero, mobiliario amigable)
2- Generar espacios de debate por temas o tópicos que le interesen a mi comunidad para juntarse a charlar y compartir miradas, herramientas, saberes
3- Resaltar el acceso económico (gratuito o accesible)
4- Potenciar las miradas amables, sin competencias y halagadoras.
5- Motivar las pasiones personales, apelando a la inteligencia colectiva para ayudarnos mutuamente.
6- ¿Es lo mismo reirse solo de un meme, que escuchar las caracajadas de otro y tentarme hasta las lágrimas de escucharlo?
Se nos hace cuesta arriba superar la experiencia de la comodidad absoluta que ofrece la inteligencia artificial que hasta nos ahorra tener que pensar, porque nos resuelve tesis completas. Nos evita la frustración de que un dibujo nos salga mal y tener que hacerlo mil veces hasta mejorar nuestra técnica; generando imágenes increibles en solo segundos. Nos aleja la ansiedad de exponerlo ante personas de carne y hueso, que pueden observarnos y criticarnos en nuestra cara. En su lugar, lo ponemos en pantalla donde tenemos la posibilidad de esconder los comentarios haters.
Tenemos que actuar y rápido ¿Qué experiencia superadora podemos pensar? ¿Qué experiencia superadora estamos ofreciendo? Los leo