Cuando estudiaba producción televisiva, el profesor dijo "un productor vale, lo que vale su agenda" y nos mostró la suya que rebalsaba de contactos, en tiempos en que las agendas eran de papel. Con el paso del tiempo entendí que tenía toda la razón del mundo "el tano", productor histórico de canal 7.
Todo el tiempo me llegan mensajes diciendo: “Necesitamos material infantil, vos ¿conoces a alguien?”. Si, conozco mucha gente, pero lo primero que te pido siempre es el proyecto. Es decir, cuál es el objetivo de esa colección y cuál es el impacto esperado. ¿Por qué pregunto esto? Porque no es cualquier colección, ni cualquier cantidad.
A nadie en su sano juicio se le ocurriría preguntarme "Me voy de viaje, necesito un auto ¿Conocés a alguien?" Decime a donde vas, porqué vas, qué tipo de auto necesitás, si tenés dinero para la nafta, cuántos viajan, desde dónde salís.
Esto es válido para cualquier tipo de pedido de recursos: un lugar donde realizar un evento (recurso material); una persona para hacer el diseño gráfico (un servicio o recurso humano); una autorización para usar una plaza (recurso legal); un servidor para subir material (recurso digital) y así infinitamente.
Si te voy a prestar mi espacio contame para qué y qué esperás como resultado del evento, qué beneficio buscás. Si te voy a prestar horas de mi empleado contame cuál es la finalidad para evaluar si vale la pena.
Volviendo al ejemplo de la colección, si es de ficción, ampliame para qué tipo de comunidad: no es lo mismo una bebeteca, una escuela, una biblioteca en medio de una comunidad específica. Después, si voy a pedir algo, tengo que tener argumentos para poder gestionarlos y convencer a alguien que te ayude: dame el contexto, la situación y qué vas a hacer con eso.
Pedir donaciones a la bartola es un riesgo. Me llegará material que probablemente no me sirva. Para seguir, ya que me están haciendo un favor, merece quién coopera tener un informe más adelante contándole los impactos de su aporte. Necesito hacerlos sentir parte del proyecto. Por otro lado, ¿Qué ganará quién ayude? Invitalo al lugar, contale, mostrale, involucralo.
Por otro lado, no menos importante, antes de pedir lo que sea hay que tener presente algunas cosas: si tengo la logística para pasar a buscar el material o el dinero para que lo envíen si viene de lejos; si tengo una cuenta si me van a dar dinero. En caso de que me me presten el lugar, ¿tengo quien lo limpie después?. Si consigo la plaza, ¿tengo gazebos por el sol, o necesito electricidad para enchufar algo? Adivinen qué, todo esto sale a vista cuando lo escriben, les muestra cosas que solo de palabra se pasan por alto.
Ahora ya saben. Primero el proyecto y después si, de mil amores, les comparto mi agenda.
¿Cómo consiguen recursos ustedes? ¿Quiénes son sus aliados estratégicos?