El preso que se quiere ir de vacaciones es aquel que está todo el tiempo soñando con lo que hará en un futuro: cuando tenga dinero, cuando me cambie de trabajo, cuando mi jefe algo, cuando el gobierno, cuando el país, cuando mi entorno… ponga aquí su “cuando” favorito.
Mientras tanto el tiempo va pasando y se nos pasa anhelando o suspirando un futuro prometedor sin darnos cuenta dónde estamos ahora. Sí, yo era de esas y por eso esa frase fue una patada en la mandíbula. Un mundo de verbos condicionales (haría, iría tendría) o futuros (voy a hacer, voy a escribir, voy a empezar a), ambos erráticos y volátiles.
Si, en cambio, nos hacemos responsables de lo que tenemos aquí y ahora (estoy entre rejas, atrapado, sin poder irme de vacaciones) podemos pensar qué hacer en esa situación (escribir El Quijote y trascender).
¿Qué hubiese sido de Sancho Panza y Dulcinea si Cervantes se quedaba soñando con las palmeras que no podía tener?
Esto quiere decir que no tiene gollete seguir pensando en proyectos que se llevarán a cabo algún día, cuando estén las condiciones dadas. Aquí y ahora, con los recursos que tengo, es mejor empezar a hacer algo, como sea.
Ahora sinceridad brutal ¿Qué estás planificando que te distrae de lo que podrías estar haciendo?
Pd: ¿Te doy una pista de lo que podés hacer ya? Sumarte a la comunidad de Bibliotecas Divertidas, hacer el curso y por fin atraer usuarios creando y pasándola regio, acompañada por colegas inspirados.